Las palabras anteriores dichas por un prominente hombre
de negocios no hacen más que reforzar la idea de la eterna contradicción
entre la teoría y la práctica de las relaciones humanas. Insistimos en decir
que el éxito no es dinero, ni posición social, ni reconocimiento, pero
siempre apoyamos estas afirmaciones en lo que dice un hombre rico, poderoso,
encumbrado…¿Cuáles serían las palabras sobre el éxito de un hombre feliz? Y
por supuesto que no hay divorcio obligado entre ser feliz y ser rico, pero
tampoco es una condición ser rico para ser exitoso. Lo interesante sería
preguntar cuántos hombres pobres y elegantemente desconocidos son exitosos y
cuál es la receta que lanzan al mundo para alcanzar el éxito.
Tener éxito en la vida es ya algo logrado desde el nacimiento, porque miles
no nacen por diversas razones y otros mueren sin haber descubierto el
sentido de vivir. Luego habría que dejar claro qué consideramos éxito puesto
que es fácil aproximar una definición por la eliminación de los negativos,
lo que no es el éxito. Personalmente creo que el éxito no se da en la vida
terrena porque el fin de la vida es la muerte, así que tener éxito en la
vida es morir de la mejor manera y acceder a la vida eterna.
Los santos narran con su pasar por el mundo muchos caminos para ganar la
vida eterna y con ello el éxito de la vida terrena; no podría calificarse
como éxito algo hasta no estar completamente terminado. Muchos de ellos
jamás tuvieron dinero, muchos vivieron enfermos y otros tantos aislados y
hasta repudiados. La madre Teresa de Calcuta que aún no es declarada santa
vivió entre nauseabundos leprosos ¿Han sido ellos exitosos?
Considero que la respuesta a ¿Puedo tener éxito en la vida? debe sacarse del
ámbito puramente conceptual y filosófico y llevarlo a los terrenos de la
vida común. Tener éxito entonces es vivir bien, a gusto, con una conciencia
tranquila y eso hará una definición de éxito muy personal para cada quien.
Quizá tú no me veas exitosa porque tus parámetros son distintos, pero para
quien piensa como yo la apreciación será diferente. Y si logro que todos,
con sus conceptos individuales me vean exitosa pues seguramente lo seré.
Todos podemos entonces ser exitosos pero no hay que dejar de lado que no nos
corresponde juzgar sí los demás lo son o no. Hay un parámetro universal para
poder ubicarnos respecto a los demás y se llama Jesús de Nazareth, que no
fue rico, ni egresó de ninguna universidad, ni se encumbró socialmente, ni
escribió un sólo libro ni filmó ninguna película, pero sin duda alguna dejó
huella. El éxito para mí es eso: trascendencia, dejar huella, vivir
preparando una buena muerte y un pase automático al cielo, soy de esas
personas cautivadas por el tremendo e incomparable éxito de un humilde
carpintero de Nazareth…
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