Todos los seres humanos, desde el nacimiento, necesitamos cuidados especiales, porque tenemos que comer, dormir, mantenernos limpios, necesidades que buscamos satisfacer de una u otra manera. Pero así como son importantes nuestras necesidades, también es de gran importancia para todo ser humano el recibir y dar cariño, atención, consuelo y caricias, puesto que esto permite tener mayor confianza y seguridad en uno mismo.
Hoy en día los adolescentes y Jóvenes, necesitan que sus padres les hablen, los toquen y sobre todo que se comuniquen con ellos, porque esto les ayuda a tener una buena autoestima. Los padres hemos de dedicar gran parte de nuestro tiempo, energía y recursos a favor de nuestros hijos. Su desarrollo depende de que estén comprometidos con su bienestar; pero para cuidar a nuestros hijos debemos primero atendernos a nosotros mismos, ya que cada quien es responsable de su propia felicidad y si no logramos satisfacer nuestras propias necesidades entonces estaríamos renunciando a nuestras alegrías, por lo que nuestras capacidades ya no serían las mismas para apoyar a nuestros hijos.
Es importante que como padres expresemos y atendamos a las carencias propias, para darles un orden de importancia y cumplirlas a corto o largo plazo y no llegar a sentirnos frustrados, molestos, enojados o de mal humor, porque el estar bien y felices con uno mismo, nos permite estarlo con quienes nos rodean y más cuando estos se trata de nuestros hijos; ellos aprenden a cuidarse a si mismos, aprenden a respetar sus propias necesidades y las de los demás.
Recordemos que el mejor regalo que podemos darles a nuestros hijos es estar contentos, descansados y satisfechos, sentirnos útiles y disfrutar la vida, ser buenos amigos de nosotros mismos y sobre todo de ellos.¡El darles afecto es un proceso que dura toda la vida…………!